29 diciembre 2007

Un maestro muere al chocar su moto con un coche en la Mejostilla

A las siete menos diez de la noche de ayer, ocho vehículos de la Policía Local alumbraban con sus luces azules intermitentes una zona algo oscura de la avenida Héroes de Baler. Cinco coches policiales, dos motos y el furgón de atestados rodeaban un Peugeot 307 blanco que estaba estacionado junto a Induyco, frente al bar Los Siete Robles.

En la parte de atrás del coche estaba un motorista muerto, con los brazos en cruz, un casco blanco cerca de la cabeza, las piernas tendidas, un pie encima del otro. La cara destrozada estaba tapada por una 'manta' laminada de color dorado. El ciclomotor estaba junto al coche, tendido sobre la acera.

Los policías y el personal sanitario del 112 realizaban su trabajo, cuando un hombre de unos 55 años llegó a toda prisa cerca del cadáver. Un policía le sujetó por el pecho mientras el hombre preguntaba:

¯¡¿Cómo es el muchacho?!

¯Tranquilo. No es ningún muchacho -le indicó un agente-. Marchese, por favor.

¯Ah. bueno. Es que mi hijo anda siempre con la moto de un lado para otro. -explicaba al policía que le acompañaba hasta fuera de la zona del accidente.

No era un muchacho. El cadáver era de José Carlos R. P., un hombre de 52 años, que vivía cerca del lugar del accidente, en la calle Ocho de Marzo. Vecinos de La Mejostilla, comentaban que era maestro, que había dado clase en Cáceres y en Sierra de Fuentes. «Él todas las tardes echa la partida en el bar Las Cancelas, en la calle Ceres, en la zona de la Plaza de Italia. Quizás ahora venía de echar la partida y regresaba a su casa», comentaba uno.

Un hombre había visto el accidente. Comentó a los agentes que estaban haciendo el atestado que por la avenida Héroes de Baler circulaba un coche con un remolque cargado con palés, que un palé cayó a la calzada y el ciclomotor, que iba detrás, se encontró con el obstáculo. El motorista esquivó el palé, intentó hacerse con el ciclomotor pero al final se cayó al suelo, «él hombre iba por un lado y la moto por otro. La moto se fue sobre la acera y él fue derrapando por el asfalto hasta dar con el coche», hablaba en voz alta mientras gesticulaba. José Carlos dio un fuerte golpe con la cabeza en la parte de atrás del coche que estaba estacionado, sin nadie en su interior. Murió en el acto.

A medida que pasaba la noche, llegó la funeraria para llevarse el cadáver, para que luego operarios de Conyser limpiaran los restos del accidente con el agua a presión de una manguera. En el furgón de atestados declaraba el hombre al que se le había caído el palé. Dio negativo al hacerle la prueba de alcoholemia. Es un albañil de 30 años que estaba trabajando en el Maxi-Día de Mejostilla que se va a abrir dentro de unos días. El hombre estaba apesadumbrado, lloroso, con la cabeza agachada. No creía lo que había pasado.

DESCANSE EN PAZ

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