Desde que Tambo vendió el hiper han abierto Mercadona, Supercor, Maxidía, Lidl y Eroski Center y están en obras otros tres supermercados Los cacereños se gastan una media de 1.677 euros en alimentación
La oferta comercial de alimentación y productos de limpieza y droguería que se encuentran en los supermercados ha crecido por encima del 50% en los últimos seis años en la ciudad, un incremento que está afectando al comercio tradicional y también a la única marca local que compite en este sector, Tambo. A pocos metros de donde Tambo ha cerrado el pasado sábado su establecimiento en La Mejostilla, se encuentran en distinta fase de construcción tres nuevos supermercados de tipo medio, que no necesitan una licencia específica de la Junta de Extremadura por no rebasar los 2.000 metros cuadrados. Se trata de un Lidl (1.200 metros cuadrados), el primer Aldi de Cáceres (1.150) y un Superplus (en torno a 1.200), cadena que también desea implantarse en el nuevo polígono de Maltravieso, al otro lado de la ciudad. Esta oferta comercial viene a sumarse a un catálogo importante de cadenas nacionales que han ido abriendo en la ciudad después de que Tambo acordara centrarse precisamente en el sector de supermercados con la venta en 1998 a Pryca (ahora Carrefour) de su híper, el primero que abrió en Cáceres, en enero de 1993. Desde entonces, la superficie comercial en la capital cacereña ha crecido en unos 9.000 metros cuadrados, más de lo que tiene hoy de superficie de venta Eroski o
Carrefour. Primero fueron Lidl y Maxidía en El Vivero y Eroski Center (inicialmente llamado Consum) en Arturo Aranguren (que hace poco ha ampliado superficie hasta alcanzar los 1.283 metros cuadrados). En diciembre del 2005 llegaron Mercadona (1.613 metros cuadrados) en Mejostilla-Montesol, con una gran aceptación de público, y Supercor (1.795), en el R-66.Además, en este periodo de tiempo, Carrefour aumentó en 2.000 metros cuadrados su superficie de venta. En total, unos 9.000 metros cuadrados nuevos frente a los 7.500 de Eroski, los 5.000 que tenía antes Carrefour adquiridos a Hiper Tambo y los 5.000 aproximadamente que suman todos los establecimientos que la marca cacereña tiene distribuidos por distintas zonas de la ciudad. Hay que señalar que uno de los objetivos de la Ley 3/2002 de Comercio de Extremadura, aprobada en mayo del 2002, era evitar la saturación comercial y alcanzar un «adecuado nivel de equipamiento comercial». Se trataba, en definitiva, de limitar la llegada de grandes cadenas en defensa del comercio tradicional y la pequeña y mediana empresa. Por ello, las «grandes superficies», que en el caso de Cáceres son los hipermercados con más de 2.000 metros cuadrados de venta al público, necesitan de una «licencia comercial específica», que otorga la Junta de Extremadura. Así, Leclerc vio denegada dicha licencia en el 2001 por «saturación comercial», aunque la consiguió en el 2002, para instalarse en el Nuevo Cáceres, plan que abandonó por desacuerdos con la empresa Pinilla, promotora del centro comercial La Caleta donde iba a implantarse, y aún pendiente de ser desarrollado. En la práctica, el debate de si se rebasan o no los 2.000 metros cuadrados, si se levanta un híper o un supermercado, se ha revelado estéril, pues las cadenas de alimentación han apostado en los últimos años por otro modelo de venta, basado en supermercados medios, que no requieren de esa licencia especifica y que se está haciendo con el mercado minorista frente al comercio tradicional y marcas locales, para desazón del comercio tradicional.Un estudio realizado por AECA (Asociación de Empresarios de Comercio de Cáceres) ya cuantificó que la apertura de una tercera gran superficie en Cáceres provocaría un descenso del 19% de las ventas. Pedro Rosado, secretario de la Federación Empresarial Cacereña (FEC) y también de la AECA en el momento de hacerse el estudio, señalaba ayer que en Cáceres es «evidente la saturación comercial que se padece, la misma que la Junta de Extremadura aceptó en el 2001 para denegar la licencia a Leclerc y que ahora se ha visto aumentada». Rosado recuerda que El Corte Inglés sí necesitará de la licencia específica que contempla la Ley de Comercio de Extremadura.Por su parte, la Cámara de Comercio de Cáceres concluyó que entre 1995 y el año 2000 el número de comercios de alimentación y textil descendió un 15 y un 10%, respectivamente. Se entiende que desde entonces la situación ha empeorado para los establecimientos pequeños por la llegada de las cadenas antes mencionadas.

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