El famoso condón de la torre de Bujaco

Artículo escrito por J.A de la Torre

A Saponi no lo pone nervioso Carmen Heras, Felipe Vela lo altera un poco, pero no le quita el sueño y Pavón hasta le divierte. A Saponi, quien lo pone de los nervios es el Colectivo de Artistas y Obreros del Mundo. Son como un forúnculo en salva sea la parte, como una ortiga en la maceta del salón, como el grano de pimienta del salchichón, siempre acechando para chincharte. Te pueden envolver la Cruz de los Caídos, llenar de puntos los balcones de la plaza, florear el puente de San Francisco... Esas cosas, más o menos, se soportan y hasta se aprovechan, que de ahí partió la única originalidad rompedora de Cáceres 2016, los famosos círculos de colorines asomándose a miles de balcones ciudadanos. Es más, yo le encargaría la campaña de 2016 al colectivo y estoy seguro de que con cuatro euros le sacaban un partido espectacular: a lo mejor no ganábamos, pero íbamos a dar que hablar de lo lindo. Y al fin y al cabo, lo de Cáceres 2016 no es más que eso, dar que hablar.Así que queda claro que los artistas y obreros del mundo tienen su buen rollito y hasta ahora, el alcalde los sobrellevaba mal que bien, mirándolos de reojo, pero soportándolos con talante. Sin embargo, ahora han decidido ponerle un condón a Saponi en salva sea la torre y claro, hasta ahí podíamos llegar. De las torres de la parte antigua puede colgar un pendón, un pancartón anunciando la exposición 'Nosotros' o un anuncio de la Semana Santa. Pero un condón... Saponi, que no quiere pasar por antiguo y sabe que ya dan clase de sexualidad hasta las carmelitas, ha dicho que no al condón razonando que de las torres de la parte antigua no debe colgar nada en lugar de decir que de la torre principal de Cáceres, mientras él sea alcalde, no colgará nunca un condón. Porque el talante no lo inventó Zapatero, sino Saponi, que no quiere líos e hila fino para que no se le enfade la derechona de misa en San Juan ni se le mosqueen los modernos. Pues no, señor alcalde, hay que ser claros y decir la verdad. De la torre de Bujaco no debe colgar un condón, ni un tampón, ni un calzón. Hay mil maneras de combatir el Sida, incluso de manera provocativa, sin necesidad de recurrir al mal gusto.