María José González ha seguido desde la ventana de su quinto piso la evolución del centro de salud de Nuevo Cáceres. «Lo he visto nacer», relata esta vecina de la calle Pierre de Coubertain. «¿Pero de verdad van a acabar las obras este mes?», pregunta incrédula. Y añade: «Yo lo veo muy parado».
La respuesta a la pregunta de María José es afirmativa: sí. La Consejería de Sanidad de la Junta de Extremadura mantiene sus plazos y garantiza que las obras del centro de salud de Nuevo Cáceres terminarán este mes. Durante las próximas semanas también acabará la construcción del centro de salud de Mejostilla, según mantiene la Administración regional. Estas dos nuevas dotaciones sanitarias elevarán a siete el número de centros de salud de Cáceres.
Las instalaciones de Nuevo Cáceres y Mejostilla se sumarán a los cinco centros de atención primaria que ya se encuentran en funcionamiento: Plaza de Argel, Zona Centro, San Jorge, Aldea Moret y Rodríguez de Ledesma. Lo que la Consejería de Sanidad todavía no dice es cuándo entrarán en funcionamiento estos dos nuevos centros de salud. Ambas construcciones tienen varios aspectos en común. Por un lado, la fecha de finalización de obras para las dos edificaciones es la misma. Octubre de 2008.
El centro de salud de Nuevo Cáceres empezó a levantarse el 1 de diciembre de 2006, cuatro meses antes que el de Mejostilla. Aunque sus dimensiones son más reducidas, su complejo diseño ha dilatado los plazos de ejecución. El centro de salud de Nuevo Cáceres está diseñado por el arquitecto cacereño Justo García Rubio, el autor de la estación de autobuses de Casar de Cáceres. Sus muros curvados de hormigón constituyen la principal seña de identidad del edificio. La Junta de Extremadura ha reconocido que ha habido problemas técnicos derivados del carácter singular de la arquitectura del centro por su sistema constructivo no convencional y por la necesidad de emplear medios auxiliares diseñados específicamente para este cometido. Pinilla es la empresa constructora de este centro de salud, que convertirá Nuevo Cáceres en un referente de la arquitectura de vanguardia.
El ambulatorio de Mejostilla empezó a levantarse en la calle Pedro Romero de Mendoza, muy cerca del supermercado Mercadona, el 18 de abril de 2007. El autor del proyecto es el arquitecto Alberto Sánchez Casero. Sus dimensiones son mayores que las del centro de salud de Nuevo Cáceres. Tiene tres plantas y una superficie construida de 3.265,75 metros cuadrados. Albergará 25 consultas de medicina general, enfermería y pediatría, frente a la 20 que habrá en Nuevo Cáceres. Y tendrá servicios de odontología y fisioterapia, además de consulta veterinaria y farmacia. En su construcción, la Junta de Extremadura ha invertido 2.770.036 euros, casi un millón de euros más que en la construcción del centro de salud de Nuevo Cáceres. El rasgo más característico de este edificio hay que buscarlo en el colorido de su fachada, que combina los tonos ocres, blancos y marrones.
La segunda coincidencia que comparten estos dos centros de atención primaria es el lugar en el que están enclavados. En ambos casos, se encuentran en barrios nuevos, que no paran de ganar población. En La Mejostilla hay 9.310 habitantes censados, según los datos del último padrón municipal, aunque el número real de residentes es mayor. Y en Nuevo Cáceres el número de vecinos censados asciende a 5.166. Cuando estas dos nuevas instalaciones sanitarias abran sus puertas, aliviarán las consultas de otros dos centros de salud de la ciudad. Hasta ahora, los vecinos de Nuevo Cáceres van al médico al centro de salud San Jorge, ubicado en el barrio de Moctezuma. Y los residentes en Mejostilla piden cita en el centro de salud de Plaza de Argel, situado junto a la Plaza de Toros. El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha reforzado durante los últimos años las consultas en San Jorge y Plaza de Argel para, precisamente, poder atender a un número de usuarios que no para de crecer.
Retrasos
La última coincidencia que comparten los centros de salud de Nuevo Cáceres y Mejostilla son los retrasos acumulados. Basta echar un vistazo a la hemeroteca y repasar periódicos antiguos para comprobarlo. El 10 de diciembre de 2004 HOY publicó una información con el titular: «Los centros de salud de Nuevo Cáceres y La Mejostilla estarán operativos en 2007». Lo anunció el actual presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que por aquel entonces era el consejero de Sanidad. Pero el lento procedimiento administrativo que acompaña a este tipo de actuaciones públicas demoró los plazos. Hasta ahora.
La Junta de Extremadura mantiene que los dos centros de salud estarán listos este mes, aunque María José González no acabe de creérselo del todo cada vez que mira por la ventana del salón de su casa, en Nuevo Cáceres.
La opinión de los vecinos
«Yo lo veo muy avanzado, aunque las obras han estado paradas durante mucho tiempo», contesta Juan Antonio Arias cuando se le pregunta por el centro de salud de Nuevo Cáceres. Él vive muy cerca de la nueva instalación sanitaria. «El centro de salud va a venir muy bien al barrio en todos los sentidos», comenta. Él reside en esta zona desde el año 2000. «Yo no voy a ser usuario del centro de salud de Nuevo Cáceres porque pertenezco a una compañía privada, pero los vecinos del barrio lo van a agradecer mucho», subraya Juan Antonio Arias.
«Este centro de salud hace muchísima falta en el barrio porque el de San Jorge está saturado de gente», apunta María José, que reside en Nuevo Cáceres desde hace aproximadamente tres años. Vive en la calle Pierre de Coubertain y desde su casa tiene una visión perfecta del edificio diseñado por el arquitecto Justo García Rubio. «Me gustaría que terminaran las obras este mes, como dicen, pero no creo que sea así porque yo lo veo muy parado», comenta María José González. Y apostilla: «Yo he visto nacer y crecer a ese centro de salud».
«Me va a dar pena dejar a mi médico de cabecera porque es muy bueno», dice Benita mientras pasea a su perro. Benita dejará de pertenecer al centro de salud de Plaza de Argel y pasará a depender del centro de salud de Mejostilla, el barrio donde vive desde hace «ocho o nueve años». A pesar de tener que cambiar de médico, cree que merecerá la pena. «En el centro de salud de Plaza de Argel hay muchísima gente. Llamas para pedir cita y el médico no te atiende hasta tres o cuatro días más tarde. Este centro de salud nos hacía mucha falta», agrega.
José Andrés Martínez no se piensa la respuesta ni un segundo. «Claro que hace falta el centro de salud en el barrio. El de Plaza de Argel -el lugar donde van al médico los vecinos de Mejostilla- está saturado y tardan tres o cuatro días en darte cita con tu médico de cabecera. Si tienes un resfriado, te curas antes de que te vea el médico», ilustra este vecino de Mejostilla. Vive en este barrio desde el año 2000 y él será, seguro, uno de los usuarios del centro de salud de Mejostilla, una zona en expansión donde predomina la población joven.
Noticia extraída de: http://www.hoy.es/20081014/caceres/este-estaran-listos-centros-20081014.html
15 septiembre 2008
La basura y la falta de vigilancia indigna a vecinos de los pisos sociales de Mejostilla
Bolsas y cacas de perros constituyen un foco de infección y mal olor para los residentes del barrio.Alertan del peligro que puede originar la suciedad que se amontona en las inmediaciones del nuevo ambulatorio.
Denuncia vecinal El abandono de una de las zonas nuevas de la ciudad.
Distintas palabras y distintos grados de indignación componen un mismo retrato de suciedad y abandono, el que denuncian parte de los vecinos de Mejostilla, concretamente quienes viven en el núcleo de viviendas --la mayoría sociales-- que componen las calles Arsenio Gallego Hernández y Bartolomé José Gallardo (paralela a la ronda Norte), con Héroes de Baler. "Lo que debería ser zona verde en realidad es un foco de infección porque está lleno de basura y de cacas de perro", señaló a este diario una vecina de la zona. Asegura que en el tiempo que lleva viviendo en esta zona --los pisos tienen entre dos y cinco años de antigüedad-- ha visto como se ha ido abandonado.
"Apenas hay vigilancia policial, a pesar de que tanto las peleas como los botellones son cada vez más frecuentes en la zona", aseguró, y advirtió de que algunos residentes en la zona barajan unirse y presentar un escrito para demandar mejoras. Su testimonio lo refrendan otros residentes que denuncian el progresivo abandono de la zona y que no ocultan cierta preocupación: "¿Se puede permitir que la basura rodee un nuevo centro de salud?", se preguntaba otro señor.
La respuesta la da una vecina: "no se puede permitir ni cerca del centro de salud, ni cerca de viviendas". Y afirma que en los días de calor "el olor de la suciedad acumulada frente al edificio son insoportables". El edificio al que se refiere es uno de los bloques de viviendas sociales que levantó y entregó la Junta hace poco más de un año. El espacio peatonal que separa los bloques cuenta con un espacio que estaba destinado a zona verde, y que está repleto de hierbajos y restos de basura.
"He pedido en varias ocasiones al servicio de limpieza que retiren esa suciedad, porque cuando hace viento la arrastra hasta los portales, pero nunca se ha hecho", se queja Juan Peña, representante vecinal del bloque de viviendas. A esa queja añade otras que a su juicio "están echando a perder la zona", y enumera: "había dos fuentes de agua potable, se estropearon, las retiraron y no las repusieron; hacen botellón en las escaleras del edificio y nadie les desaloja ni se limpian los restos". Por eso lamenta: "¿es que por no tener recursos somos ciudadanos de segunda?".
La queja es generalizada en la zona, pero algunos vecinos, como Juan Jesús Ávila, reconocen también que no todos los residentes actúan con cuidado: "Había una valla que delimitaba el acceso de Bartolomé José Gallardo a la ronda Norte, y los vecinos, para no tener que dar un rodeo, lo han cortado y han habilitado una zona de paso entre lo que deberían ser setos", explica y apela a la voluntad de instituciones y vecinos por alcanzar un acuerdo que mejore la situación la zona.
NOTICIA ORIGINAL:
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=397024
Denuncia vecinal El abandono de una de las zonas nuevas de la ciudad.
Distintas palabras y distintos grados de indignación componen un mismo retrato de suciedad y abandono, el que denuncian parte de los vecinos de Mejostilla, concretamente quienes viven en el núcleo de viviendas --la mayoría sociales-- que componen las calles Arsenio Gallego Hernández y Bartolomé José Gallardo (paralela a la ronda Norte), con Héroes de Baler. "Lo que debería ser zona verde en realidad es un foco de infección porque está lleno de basura y de cacas de perro", señaló a este diario una vecina de la zona. Asegura que en el tiempo que lleva viviendo en esta zona --los pisos tienen entre dos y cinco años de antigüedad-- ha visto como se ha ido abandonado.
"Apenas hay vigilancia policial, a pesar de que tanto las peleas como los botellones son cada vez más frecuentes en la zona", aseguró, y advirtió de que algunos residentes en la zona barajan unirse y presentar un escrito para demandar mejoras. Su testimonio lo refrendan otros residentes que denuncian el progresivo abandono de la zona y que no ocultan cierta preocupación: "¿Se puede permitir que la basura rodee un nuevo centro de salud?", se preguntaba otro señor.
La respuesta la da una vecina: "no se puede permitir ni cerca del centro de salud, ni cerca de viviendas". Y afirma que en los días de calor "el olor de la suciedad acumulada frente al edificio son insoportables". El edificio al que se refiere es uno de los bloques de viviendas sociales que levantó y entregó la Junta hace poco más de un año. El espacio peatonal que separa los bloques cuenta con un espacio que estaba destinado a zona verde, y que está repleto de hierbajos y restos de basura.
"He pedido en varias ocasiones al servicio de limpieza que retiren esa suciedad, porque cuando hace viento la arrastra hasta los portales, pero nunca se ha hecho", se queja Juan Peña, representante vecinal del bloque de viviendas. A esa queja añade otras que a su juicio "están echando a perder la zona", y enumera: "había dos fuentes de agua potable, se estropearon, las retiraron y no las repusieron; hacen botellón en las escaleras del edificio y nadie les desaloja ni se limpian los restos". Por eso lamenta: "¿es que por no tener recursos somos ciudadanos de segunda?".
La queja es generalizada en la zona, pero algunos vecinos, como Juan Jesús Ávila, reconocen también que no todos los residentes actúan con cuidado: "Había una valla que delimitaba el acceso de Bartolomé José Gallardo a la ronda Norte, y los vecinos, para no tener que dar un rodeo, lo han cortado y han habilitado una zona de paso entre lo que deberían ser setos", explica y apela a la voluntad de instituciones y vecinos por alcanzar un acuerdo que mejore la situación la zona.
NOTICIA ORIGINAL:
http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/noticia.asp?pkid=397024
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